el libro de Sam Smith 'Las Reglas de Jordan' expone el lado oscuro de la competitividad de MIchael Jordan, y surgen preguntas sobre si tiene una adicción al juego, pero Jordan permanece concentrado en ganar un nuevo título en 1993. Manejar los inconvenientes de la fama e intentar completar el ganar tres campeonatos seguidos dejan a Jordan exhausto y aislado.
Devastado por la muerte de su padre, un Michael Jordan mentalmente exhausto se retira del baloncesto en 1993. Los Chicago Bulls dejan a Scottie Pippen el papel de liderar al equipo. En 1998, Jerry Krause confirma que este será el último año de Phil Jackson como entrenador de los Bulls.
El retorno de Michael Jordan en 1995 llena de energía a los Chicago Bulls, a su ciudad y a la NBA, pero la eliminación de su equipo en la temporada previa es lo que le impulsa a trabajar más duro que nunca para retornar a la cima. En 1998, a Phil Jackson se le da una temporada final con su legendario equipo para hacer el último baile.
Isaac y Joey tienen a un superhéroe por padre. Ellos adoran a su papá, Brian Eisch, un soldado condecorado de tercera generación que pasa la mayor parte del tiempo desplegado en Afganistán, mientras otros miembros de la familia se ocupan de los chicos. Cuando Brian es herido, vuelve a casa convertido en otra persona y los tres tienes que reconciliarse con las secuelas de la guerra. Mientras Brian lucha para recobrar el control de sí mismo y de su familia, el destino continúa desafiando su auto determinación y su creencia en la justicia. Este conmovedor retrato de una familia llamada a servir a su patria explora el significado del sacrificio, la necesidad de un propósito y los desafíos de ser un padre, un soldado y un hijo.
En 1998, las eliminatorias contra los Indiana Pacers de Reggie Miller fueron las más duras que tuvieron los Chicago Bulls. En palabras de Michael Jordan: 'Eran grandes, fuertes, físicos. Si tuviera que escoger al equipo que nos lo puso más complicado en el este, probablemente sería Indiana' En 1997, los Bulls encaran un duro desafío a su reinado frente a los Utah Jazz. El día del quinto partido de la final, empatados a dos, Michael Jordan sufrió envenenamiento alimentario pero intentó jugar el partido. El jugador Steve Kerr puso su marca en la dinastía.