Julian Richards investiga el impacto de los vikingos en Gran Bretaña e Irlanda. Se centra en las pistas arqueológicas dejadas por los vikingos mientras viajaban por la ruta del mar de Noruega hasta Dublín, con evidencias en las islas escocesas e Irlanda.
El el año 856 DC, una flota masiva de barcos vikingos apareció en la costa de Anglia oriental, anunciando un cambio de las táctica Vikingas -del saqueo a la invasión-. Se cuentan los años de intentos de conquista que siguieron.
El botín encontrado en tumbas paganas en Noruega ofrece algunas pistas importantes que apuntan a incursiones vikingas tras el descubrimiento de victimas de asesinatos en Gales y un monasterio arrasado en Escocia