El fotógrafo del tercer capítulo es el americano Krystle Wright, un fotógrafo de aventura. Se toma su arte hasta el extremo para seguir a los amantes de la adrenalina y del deporte y capturarlos en su momento más arriesgados. Acompañamos a Krystle por el mundo, en una inmersión de buceo libre en Vanuatu, mientras fotografía atletas que parecen para caminar en el aire en los cañones de Colorado y parapentistas a motor en las salinas inundadas de Utah.
En el quinto episodio de la serie, el fotógrafo auto didacta Peter Eastway, conocido por su impresionante trabajo sobre paisajes, seguirá las huellas de Frank Hurley, el fotógrafo australiano pionero que cubrió el viaje de Shackleton al polo sur hace un siglo, para capturar la naturaleza, los paisajes y la vida salvaje de la Antártida y la Georgia del Sur.
En el cuarto episodio de la serie, el fotógrafo Art Wolfe nos muestra algunas de sus habilidades para fotografiar la naturaleza, como capturar un gran oso Grizzly con el impresionante telón de fondo de las montañas y los glaciares de Alaska, la migración de los ñúes en las llanuras del este de África y los gorilas tan difíciles de filmar de la montaña en Uganda..
El episodio final examina la revolución y cómo el arte estuvo a la vanguardia para finalizar los 1.000 años del dominio de los zares. Veremos los grandes retratos de Stalin, ahora escondidos en los almacenes de los museos, la transformación del metro de Moscú en una gran galería de arte pública y visitaremos el Monumento del Espacio. Finalmente en la caótica Rusia de hoy observaremos como se están produciendo algunas de las formas más extrañas de arte, desde esculturas heroicas de Vladimir Putin a una manzana gigante. Desde la recreación de la familia real imperial encarando el pelotón de ejcución a esculturas de petróleo líquido. Desde la Rusia que abraza el mercado de arte comercial a la vuelta al realismo socialista. Rusia parece al borde de otra revolución.
Han descubierto agua en otros planetas y rastreado los constituyentes mismos de la vida de la cola de un cometa. ¿Pero pueden las sondas espaciales encontrar una nueva Tierra e incluso contactar con vida alienígena? En el sigo XXI, las sondas espaciales están fotografiando, perforando e incluso oliendo nuevos mundos en su búsqueda de vida, y escaneando miles de soles distantes tratando de detectar planetas como la Tierra. Es sólo cuestión de tiempo antes de que descubran los secretos de la vida extra terrestre y del universo.