La cueva francesa de Chauvet está considerada como uno de los mayores tesoros de la humanidad: es una galería de arte natural con más de 400 pinturas rupestres de 32 mil años de antigüedad. Descubierta accidentalmente en 1994, sólo el derrumbe de la entrada de la cueva permitió su acceso y que éstos se conservasen inalterados. El equipo del director Werner Herzog consiguió un permiso especial para entrar a filmar las pinturas, que se muestran junto con comentarios y entrevistas de varios arqueólogos y personas relacionadas con la cueva.
El doctor Nigel Spivey explora cómo el arte influye en la vida trazando el desarrollo de la imagen desde las pinturas rupestres a nuestra moderna obsesión con las imágenes. Empieza su investigación viajando a la Cueva de Altamira, cerca de Santillana del Mar en España, donde en 1979 una niña fue la primera persona moderna que puso sus ojos en una galería de arte rupestre prehistórico.