¿Cómo llegó a existir el universo? Gracias a una serie de descubrimientos, nuestras misiones espaciales más poderosas han desvelado 13.800 millones de años de evolución cósmica y han revelado la historia de nuestro universo desde su nacimiento hasta la llegada de nuestra naciente civilización. Nuestra guía en esta odisea de regreso a los albores de los tiempos es la luz. Los telescopios son máquinas del tiempo: al observar el universo distante, abren una ventana al pasado. Un telescopio más que cualquier otro nos ha ayudado a viajar a través de la historia del universo: el Telescopio Espacial Hubble de la NASA. Sorprendentemente, Hubble incluso ha encontrado una de las primeras galaxias que existieron en el universo, que nació hace unos 13.400 millones de años. Es un descubrimiento que indica los inicios de nuestra propia Vía Láctea. Realistas imágenes generadas por ordenador dan vida a esta antigua galaxia, permitiéndonos presenciar por nosotros mismos el primer amanecer. Fue el comienzo de una relación entre estrellas y planetas que, en un mundo lejano, conduciría al origen de la vida y, en última instancia, a nosotros. Los increíbles descubrimientos del Hubble han permitido a los científicos reconstruir una gran parte de nuestra historia cósmica, pero no pueden llevarnos al momento más importante de la historia: el Big Bang. Durante décadas, el momento en que comenzó el universo fue objeto de pura especulación, pero al combinar la astronomía y la cosmología, los científicos finalmente encontraron una manera de poner a prueba sus teorías y estudiar los eventos trascendentales que tuvieron lugar durante el Big Bang. Pueden hacer esto porque el telescopio espacial Planck de la Agencia Espacial Europea ha visto el resplandor del Big Bang, algo que llamamos Fondo Cósmico de Microondas. El detalle tan fino que Planck nos daba ha ayudado a confirmar algo notable: el Big Bang puede no ser el comienzo. Hubo un tiempo antes del amanecer, un lugar más allá de lo que podemos comprender. El profesor Brian Cox nos transporta a la fracción de segundo anterior al Big Bang, cuando se plantaron las semillas de nuestro universo.
En el segundo episodio, veremos a unos machos de dreadnoughtus competir por el derecho a aparearse. Unos lagartos son cazados por un velociraptor entre un grupo de tarbosaurios dormidos. Un Mononykus busca termitas e investiga nuevas opciones alimenticias tras una breve tormenta. Varios tipos de dinosaurios se congregan en torno a un abrevadero en Mongolia. Por encima de los desiertos del norte de África, se produce un combate aéreo cuando unos pterosaurios macho luchan por la atención de las hembras que se encuentran abajo. Una manada de secernosaurios desafía las duras dunas de yeso en busca de alimento.
En este tercer episodio veremos como un velociraptor caza pterosaurios en un acantilado junto a una cascada. Un tiranosaurio con cicatrices de batalla cuida sus heridas y se encuentra con un recién llegado. Con su cuerpo emplumado y su pico de pato, un deinocheirus de ocho toneladas recorre un humedal asiático en busca de alivio frente a las molestas moscas que le pican. Una hembra de quetzalcoatlus construye y vigila su nido. Una madre masiakasaurio y su familia cazan cangrejos. Unos elasmosaurios entran en un estuario en busca de peces.
En el cuarto episodio, veremos unos dromaeosaurios acechando a una manada de hadrosaurios mientras cruzan un río helado, a unos ornithomimus machos que asaltan los nidos rivales para reforzar los suyos, y también a unos olorotitanes que crían a sus hijos en fértiles campos volcánicos, pero teniendo que enfrentarse a las picaduras de los mosquitos. Unos troodóntido cazan mamíferos expulsados por un incendio forestal. Un joven antarctopelta recorre el bosque en busca de una nueva guarida para el invierno. En el bosque nevado, se desarrolla un tenso enfrentamiento entre dos antiguos rivales, un pachyrhinosaurio y un nanuqsaurio.
En este quinto episodio veremos como un austroposeidón arrasa los árboles en busca de la vegetación fresca. Un viaje a través de una cueva subterránea en Norteamérica se vuelve peligroso cuando un joven tricerátops se separa de su madre. Un carnotaurio macho prepara el escenario para una exhibición extravagante. Una hembra de qianzhousaurio aprovecha una tormenta de otoño para cazar un corythoraptor. Una familia de edmontosaurios evaden un incendio forestal, mientras un atrociraptor y un anquilosaurio aprovechan esa oportunidad. Unos therizinosaurios jóvenes intentan trepar hasta un nido de abejas. Un hatzegopteryx caza a un zalmoxes y patrulla la densa maleza y la costa azotada por la marea.
Los increíbles descubrimientos del Hubble han permitido a los científicos reconstruir una gran parte de nuestra historia cósmica, pero no pueden llevarnos al momento más importante de la historia: el Big Bang. Durante décadas, el momento en que comenzó el universo fue objeto de pura especulación, pero al combinar la astronomía y la cosmología, los científicos finalmente encontraron una manera de poner a prueba sus teorías y estudiar los eventos trascendentales que tuvieron lugar durante el Big Bang. Pueden hacer esto porque el telescopio espacial Planck de la Agencia Espacial Europea ha visto el resplandor del Big Bang, algo que llamamos Fondo Cósmico de Microondas. El detalle tan fino que Planck nos daba ha ayudado a confirmar algo notable: el Big Bang puede no ser el comienzo. Hubo un tiempo antes del amanecer, un lugar más allá de lo que podemos comprender. El profesor Brian Cox nos transporta a la fracción de segundo anterior al Big Bang, cuando se plantaron las semillas de nuestro universo.