Durante los años 1953-1958, mientras la Guerra Fría se intensificaba, se le pidió a Korolev construir un cohete capaz de llevar una cabeza explosiva de 5 toneladas a Norteamérica y él diseño y construyó el Semyorka, que después permitió usarlo para lanazar el primer satélite artificial, el Sputnik 1. Mientras tanto, von Braun luchaba para persuadir al gobierno USA para permitirle desarrollar su propio satélite. Tras el lanzamiento del Sputnik y el fallo de la marina norteamericana para lanzar el satélite Vanguard, se le permitió finalmente lanzar el primer satélite norteamericano, el Explorer 1.
Exploraremos las lunas que rodena los planetas del Sistema Solar. Muchas de esas lunas eran desconocidas y son ahora el objeto de los estudios astronómicos más avanzasdos. Algunas arden con furia volcánica, otras expelen géiseres helados y otras podrían albergar vida extraterrestre. ¿Son estos extraños mundos simplemente hostiles para los humanos o hay otras posibilidades? Con las últimas técnicas de animación traeremos el universo a la tierra e imaginaremos que formas de vida podrían evolucionar en las atmósferas alienígenas.