Sam Neill nos lleva a un viaje a través del cosmos en búsqueda de vida alienígena. Buscaremos exoplanetas alrededor de estrellas lejanas y bucearemos en océanos de otros mundos buscando una respuesta a la cuestión: ¿Hay alguien ahí?

Hace alrededor de 65 millones de años, los dinosaurios fueron barridos cuando sus máquinas genéticas fallaron para superar los cambios cataclísmicos que siguieron a la colisión de un cometa con la Tierra. Pero con su extinción llegaron nuevas formas de vida, y los mamíferos supervivientes evolucionaraon para tomar el territorio vacante. El episodio final explora los factores que convirtieron en ganadores y perdedores en el juego de la vida y examinará la cuestión de quién triunfa a la larga en la Vida.

Herramientas especiales como dientes frontales en forma de cincel y vivir bajo tierra permite a este grupo de mamíferos alimentarse de raíces y semillas. Abarcan desde las ardillas a ratas y ratones.

Vuelan trepan los cielos, nadan por los océanos y planean por la tierra. Pero no son critaturas encontradas en un safari. Son formas de vida de otro planeta. Armados con hechos científicos y un poco de imaginación, los expertos te llevarán a un viaje sin precedentes por los límites de nuestra imaginación.

Este episodio se centra en los pájaros que se sustentan de comer carne y sus métodos de caza. En Nueva Zelanda, Sir Attenborough observa a los keas, una especie de loro oportunista, acechando unos poyuelos en la madriguera de una pardela. Analizaremos los hábitos de los búhos, halcones y águilas. Para perseguir sus víctimas, sus sentidos de la vista y el oído son muy agudos. Los buitres comen carne que otros han dejado y también su sentido del olfato es muy agudo en algunas especies. Las águilas son muy territoriales y veremos dos águilas marinas en un combate aéreo. Los halcones de las Galápagos cazan iguanas marinas durante su época de apareamiento. El halcón corredor africano es capaz de extraer animales de sus madrigueras merced a sus piernas largas con doble articulación. El alcaudón no tiene un pico afilado ni garras adecuadas para despedazar sus presas, por lo que las impala en las espinas de las acacias. También veremos al azor y al halcón peregrino en acción