Bruto se debate entre la lealtad a César o a la República. Lucio descubre cómo funciona la política y la corrupción. Rechazado por Lucio e Irene, Tito se rebaja a trabajar como asesino bajo las órdenes de Erastes. Tras ser detenido, Tito será sentenciado a pelear por su vida en la arena, y sólo un hombre saldrá en su ayuda.
Ante la proximidad de las tropas de Julio César, Pompeyo ordena una retirada y fuerza a los ciudadadanos a elegir bando, dividiendo claramente a Roma entre sus partidarios y los de su enemigo. Atia también actuará en contra de aquellos que interfieren en sus planes.
Tras ser detenido, Tito será sentenciado a pelear por su vida en la arena, y sólo un hombre saldrá en su ayuda.