David Attenborough investiga en un ambicioso proyecto científico qué está sucediendo en nuestros océanos. Es demasiado tarde para salvar su remarcable biodiversidad? Desde el Atlántico Norte a las aguas de la Gran Barrera de Arrecifes australiana nos encontraremos con los científicos que están transformando nuestro conocimiento de este hábitat único.
Una nueva fuerza amenaza nuestro planeta perfecto. En las pasadas 5 extinciones masivas causada por cataclismos volcánicos, no fueron la lava o las cenizas lo que barrió la vida en la tierra, sino un gas invisible liberado por los volcanes: el dióxido de carbono. Prácticamente cada aspecto de nuestra vida moderna depende de la energía creada al quemar combustibles fósiles, y este proceso produce CO2 en grandes cantidades. Los seres humanos están cambiando nuestro planeta tan rápidamente que está afectando el soporte vital de la tierra, nuestro clima y nuestros océanos. Afortunadamente, el planeta cuenta con fuentes de energía naturales que pueden ayudarnos a cambiar la manera de generar nuestra energía. Son estas fuerzas de la naturaleza -el viento, el sol, el mar y la energía geotérmica- las que son claves para nuestro futuro. A través de historias conmovedoras y entrevistas a expertos, descubriremos como el CO2 está desestabilizando nuestro planeta. Conoceremos elefantes huérfanos rescatados en Kenia víctimas de las sequías. nos uniremos a patrullas guardacostas de Gabón luchando para salvar a los tiburones amenazados. En el amazonas seremos testigos del rescate de animales en selvas que se reducen, y en San Diego, entraremos en un zoo criogénico que conserva el ADN de especies amenazadas de extinción.
David Attenborough viaja a las dos regiones polares para investigar que significará el aumento de temperatura para la gente y la vida animal aquí y en el resto del planeta, cuando sus mantas de hielo marino de varios metros de espesor sean océano abierto. Los Inuit notan lo que se evidencia desde el espacio: El Océano Ártico ha perdido el 30% de su hielo en verano en los últimos 30 años. Lo mismo está pasando en la Antártida. Para algunos, esto les permitirá el acceso a billones de dólares en petróleo, gas y minerales. Para el resto del planeta, un calentamiento global, el incremento del nivel del mar, hambrunas y extinción para especies enteras.
A las once en punto de la Nochevieja del Calendario Cósmico, surgió el Homo erectus, liberando sus manos y ganando para nuestra especie su nombre. Empezaron a explorar, a arriesgarse para llegar a nuevos lugares. Nuestros parientes los neardentales vivían y hacían muchas de las cosas que consideramos que son 'humanas'. Más inquietos que sus primos Neandertales y Denisovanos, nuestros antepasados Homo sapiens cruzaron océanos y paisajes despiadados, cambiando el paisaje y la atmósfera, hasta llegar a causar extinciones masivas. La comunidad científica le ha dado a esta era el nombre de 'Antropoceno'. Desde las primeras civilizaciones nos hemos preguntado si había algo en la naturaleza humana que contiene las semillas de nuestra propia destrucción. Syukuro Manabe nació en el Japón rural y tomó interés en la temperatura media global de la Tierra. Durante la década de 1960 reunión evidencias para predecir el incremento en la temperatura del planeta debido a los gases de efecto invernadero hasta que convertirlo en un lugar inhabitable y tóxico que podría conducir a nuestra extinción. 'Esto no tiene que pasar', nos dice Neil deGrasse Tyson, 'No es demasiado tarde. Hay otros caminos, otros futuros que aún podemos tener; encontraremos una manera'.