Biografias

La última parte del documental empieza con el periodo que siguió a la ruptura del grupo, las carreras individuales de sus miembros y la reunión de la banda en 1994, seguida de la historia del grupo en los 90 y en este siglo. Se relatan sus exitosas giras y la disputa con Don Felder y el período después de su despido, y concluye con los miembros de la banda mirando atrás sobre sus actos y su carrera, y con testimonios de otras personas que los conocían bien.

El segundo episodio narra la historia del juicio de Hermann Goering, el despiadado número dos de Hitler. El Mariscal de Reich no está arrepentido y carga contra los aliados. Tanto que el fiscal empieza a preguntarse si deberían haber seguido el consejo de Churchill de fusilarlos directamente. Conoceremos los entresijos del intento de Goering de hacer renacer el nazismo desde el mismo tribunal que lo juzgaba.

El tercer episodio explora la mente de uno de los nazis más fanáticos y la psicología de la dictadura. Rudolf Hess había pasado cuatro años cautivo de los británicos antes de llegar a Núremberg. Su mente estaba deteriorada. El psicopatólogo Prof. Edgar Jones propuso que sus patrones de comportamiento eran su manera de escapar a la realidad y de enfrentarse al dilema de aceptar su culpa por las atrocidades o renegar de su Fuhrer.

En privado, Senna era tímido y fuertemente patriótico, donando millones a sus paisanos de Brasil, y miraba la vida más allá del automovilismo. Ha pasado el tiempo y sigue siendo reverenciado en la Fórmula 1 como el mejor piloto de todos los tiempos, y en Brasil es adorado como un santo.

Superman es el padre de todos los superhéroes. Es el Odín del que nacen los demás. Sin Superman, no habría Marvel o DC, ni éxitos de taquilla multimillonarios. Su logotipo es uno de los tres símbolos más reconocidos del mundo, codo con codo con la cruz y la estrella de David. Superman se convirtió en un fenómeno mundial y lo crearon dos chicos de clase obrera de Cleveland, Jerry Siegel y Joe Shuster.
Superman hace cumplir la justicia. Es irónico que se cometiera una gran injusticia con sus creadores. Siegel y Shuster lo perdieron todo y, igual que Superman, exigieron justicia. Tuvieron que luchar durante años para recibir el crédito y la compensación apropiadas.