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Reclusos, agentes de policía y personas notorias realizan una crítica sobre el sistema penitenciario de Estados Unidos en un documental que podría además servir de manual para presidiarios de cualquier parte del mundo.

'Realmente, se trata y gente peleando, básicamente, por sobrevivir y cometiendo actos muy violentos para protegerse y mantenerse a salvo. Si otro huele una debilidad, se lanza sobre ese tipo, y eso le da mejor estatus. Tuve que preguntarme: ¿Vas a ser una víctima?. No, no seré una víctima. Bien, eso sólo me dejaba una opción. Tengo que ser el verdugo. En algún momento, por alguna razón que podría ser legítima o no, alguien te pondrá a prueba'.
'Un hombre viene el día que recibes un paquete y trata de sacarte el paquete que te han enviado, y, si se lo permites, vendrán otros diez tipos. Sí dejó que le sacaran el paquete, yo le sacaré la TV, así hasta que alguien quiere tu trasero. Pero, si la primera vez te defiendes y ven que te defenderás, incluso aunque pierdas, la gente lo respetará. No te metas con él, hay presas más fáciles. ¿Por qué buscar a ese tipo y ganarte un par de golpes cuando puedes ir por otro que no te costará nada? Tiene que pasarte un par de veces, pero en la medida que no pidas ayuda... estarás bien.'

Esta serie documental destapa los escándalos de avaricia y crimen en el mundo de los negocios. El cineasta Alex Gibney nos cuenta historias de fraudes, contabilidad creativa y corrupción corporativa, con testimonios de los perpetradores y también de sus víctimas.
En el primer episodio descubriremos como los coches con 'diésel limpio' de Volkswagen parecían un milagro para los conductores preocupados por su huella de carbono, hasta que un fraude colosal salió a la luz.

Usando como víctimas a estadounidenses incautos, un grupo de prestamistas a corto hicieron millones por créditos con intereses inflados, recargos ocultos y cláusulas incomprensibles. De la forma en que están escritas las leyes ¿es un delito o son solo negocios?
Tras el lujoso estilo de vida del piloto Scott Tucker se oculta un imperio de préstamos erigido sobre beneficios desorbitados conseguidos con el dinero de clientes pobres.

Los brokers de Wall Street destaparon algo que los reguladores habían pasado por alto: Una empresa farmacéutica exprimía a los pacientes que necesitaban sus medicamentos para poder sobrevivir.
La farmacéutica Valeant empezó a crecer vertiginosamente para deleite de sus inversores, pero un puñado de observadores se dieron cuenta de que había graves irregularidades.