El 5 de Julio de 1984, Diego Maradona llegó a Nápoles con un traspaso de récord mundial y por siete años. El genio más célebre del fútbol y la ciudad más disfuncional de Europa formaron una pareja perfecta. El carismático argentino, rápidamente condujo al Nápoles a su primer título en la historia. Era un sueño hecho realidad. Pero todo tiene un precio. Maradona estaba bendecido en el campo, pero maldito fuera de él. Diego podía hacer lo que quisiera mientras realizara milagros en la cancha, pero cuando acabó la magia se convirtió casi en un prisionero de la ciudad.
El filme está basado en más de 500 horas de grabaciones originales de los archivos personales de Maradona, y es un documental definitivo hecho con la aprobación de él mismo. En una ciudad donde incluso el diablo habría necesitado guardaespaldas, Maradona llegó a ser más famoso que Dios mismo. Esta es la historia salvaje e inolvidable de un talento asombroso, de su gloria, desesperación, traición, corrupción y al final, de su redención.

Todo empieza como un estudio dirigido por un profesor de psicología de Stanford sobre la vida en la cárcel. Eran 24 voluntarios, doce guardias y doce prisioneros. Aceptaron pasar las dos semanas siguientes recreando la vida en una prisión. La conclusión del estudio fue que, dada las circunstancias adecuadas, la gente normal se puede comportar como monstruos.
Pero, ¿Y si la causa del cruel comportamiento de los participantes no fue la que siempre se nos había dicho?

El documental narra la aventura en 2011 de Matthew Van Dyck, un tímido estadounidense que se embarca en un maratoniano viaje en motocicleta por el norte de áfrica. Cuando llega a la convulsa Libia en plena Revolución Árabe, Van Dyck y sus amigos se unen al ejército rebelde libio y toman las armas contra el dictador Muamar el Gadafi, siempre cámara de vídeo en mano. La situación se torna crítica cuando es tomado prisionero.

El último episodio de la serie sobre este campo de concentración nos descubre el destino de los prisioneros supervivientes y sus guardianes. Veremos cuantos prisioneros recibieron un recibimiento pésimo en sus países de origen y cuantos guardianes escaparon de la justicia.

La aproximación de Caravaggio a la pintura no era convencional. Evitaba el método estándar de hacer copias de viejas esculturas y en vez de eso pintabadirentamente sobre el lienzo sin dibujar antes. También usaba gente de la calle como modelos. Su dramática pintura se realzaba con iluminación intensa y teatral. Su destino fue sellado cuando en 1606 mató a un hombre en un duelo. Escapó a Nápoles donde intentó pintar, pero fué llevado prisionero a Malta y luego Sicilia. Cuando fue perdonado murió en su retorno a Roma en 1610.