Astronomia

¿De dónde vino todo nuestro Universo? ¿Cómo empezó todo? Durante casi 100 años, pensábamos que teníamos una respuesta: De una Gran Explosión hace alrededor de 14.000 millones de años. Pero ahora algunos científicos creen que eso no fue realmente el principio. Nuestro Universo puede haber estado vivo antes de este violento momento de creación. Hagamos el viaje definitivo hacia lo desconocido para explorar un mundo vertiginoso de rebotes cósmicos, universos múltiples y encontrar que sucedió antes del Big Bang.

Es una de las cuestiones más inabarcables que los científicos pueden preguntarse: ¿Cuán grande es el universo en el que vivimos? Sigue a los cosmólogos que están creando el mapa más ambicioso de la historia, un mapa de todo lo que existe. Y es más extraño de lo que cualquiera hubiera imaginado, un Univeso sin fin que se extiende mucho más allá de lo que el ojo puede ver. Y, si las últimas investigaciones lo demuestran, nuestro Universo puede ser sólo el comienzo de algo incluso más grande. Mucho más grande.

Olvida el Big Bang. El verdadero momento de la creación fue el Amanecer Cósmico, el momento de la primera luz. El momento en que las primeras estrellas nacieron, el momento que encendió el Universo y se crearon las primeras estructuras y los primeros ingredientes de la vida. Es la versión científica de la historia del Génesis. El Big Bang se lleva todo el mérito de crear el universo, pero de hecho, el universo era hasta entonces oscuro, aburrido y absolutamente uniforme. No había galaxias, solo una niebla vasta de gas, las Edades Oscuras". Pero tras sólo 100 millones de años de nada, llegó un momento dramático de transformación, el Amanecer Cósmico. Los astrónomos están ahora intentando desentrañarlo. Por primera vez tienen los intrumentos para explorar las primeras estrellas del univeso y contarnos la historia de nuestra creación.

Sagan empieza describiendo el fraude de la Astrología frente a las cuidadosas observaciones de la Astronomía y sigue con los debates entre los modelos Geocentrico de Ptolomeo y Heliocéntrico de Copérnico. Describe cómo los meticulosos datos recogidos por Tycho Brahe sirvieron a Johannes Kepler para describir las leyes de los movimientos planetarios.