Rasputín es asesinado, y Nicolás II sigue con sus catastróficas políticas en la guerra y en el país. Cuando Nicolás vuelve al frente, está de hecho abandonando el control del Gobierno, exactamente cuando Rusia más necesitaba que su Zar la mantuviera unida. En ese momento, la guerra era muy impopular. Era la causa de la escasez y el origen de una profunda crisis social. La oposición a la contienda y las incontables privaciones empujan al pueblo a levantarse y a la revolución.

En los 80, una segunda ola de refugiados de Cuba llega a Miami, junto con salvadoreños, guatemaltecos y nicaraguenses huyendo de asesinatos en masa en su países. En los 90 empieza un debate político sobre la inmigración ilegal. Con la globalización, la llegada de mexicanos alcanza cifras récord y se refuerza la vigilancia de fronteras con brote de anti bilinguismo y en alguno estados se criminaliza los inmigrantes ilegales. Mientras tanto, la Cultura Latina crea su marca propia en la música, el deporte, la política, los negocios y la educación.

El episodio final examina la revolución y cómo el arte estuvo a la vanguardia para finalizar los 1.000 años del dominio de los zares. Veremos los grandes retratos de Stalin, ahora escondidos en los almacenes de los museos, la transformación del metro de Moscú en una gran galería de arte pública y visitaremos el Monumento del Espacio. Finalmente en la caótica Rusia de hoy observaremos como se están produciendo algunas de las formas más extrañas de arte, desde esculturas heroicas de Vladimir Putin a una manzana gigante. Desde la recreación de la familia real imperial encarando el pelotón de ejcución a esculturas de petróleo líquido. Desde la Rusia que abraza el mercado de arte comercial a la vuelta al realismo socialista. Rusia parece al borde de otra revolución.

Este periodo examina el final y el período inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Los esfuerzos de Stalin para controlar Polonia y la Europa del este, el empeño de algunos líderes demócratas para evitar que Henry Wallace optara a la presidencia en 1944 y los esfuerzos de Gran Bretaña para mantener sus posesiones coloniales después de la guerra

Al Capone se encuentra ahora encerrado en la prisión más dura y nueva de Estados Unidos: Alcatraz. La Prohibición ha sido recientemente levantada y se ha secado esta fuente de ingresos. Los hombres de confianza de Capone, Frank Nitti, Tony Accardo y Paul Ricca, deben encontrar nuevas fuentes de ingresos. Nitti recluta a Willy Bioff para extorsionar a Hollywodd. Acardo encuentra un nuevo filón en Chicago: las máquinas tragaperras. Con ayuda de Ricca, Accardo monta una muy rentable red de esta máquinas en los bares. A finales de 1939, la Organización está ganando más dinero que nunca... Pero empiezan los problemas.