Nuestro superamigos del mundo animal poseen muchísimos superpoderes ocultos. En el tercer episodio veremos perros que detectan el calor, gatos equipados con un GPS interior, peces que juegan al fútbol. Cuando pensamos que los conocemos, los perros vuelven a sorprendernos. ¿Qué superpoder sensorial han ocultado los perros durante todo este tiempo? Resulta que tienen un sensor térmico en la punta del hocico. En el mundo salvaje, un perro puede usar sus termorreceptores para detectar el calor de una presa y cazarla, aunque sus otros sentidos no funcionen bien. Esto también explica ese don insólito para apropiarse de asientos calentitos.
El último episodio de la serie muestra África, hogar de las mayores congregaciones de vida silvestre del mundo y ecosistemas vastos. Profundiza en la vida de los inteligentes chimpancés que utilizan herramientas en Costa de Marfil, y los diversos peces cíclidos en los lagos del Gran Valle del Rift. La película también explora las estrategias de supervivencia de animales en el Desierto de Namibia, incluyendo la hiena marrón y el cerdo hormiguero. Pero incluso en esta tierra de abundancia, la vida silvestre enfrenta enormes desafíos. De manera crucial, aborda el impacto del cambio climático y las actividades humanas, destacando la difícil situación de especies en peligro como el rinoceronte blanco del norte y la disminución de las poblaciones de elefantes y guepardos debido a la caza furtiva. Sin embargo, también ofrece esperanza, ilustrando esfuerzos de conservación exitosos como la recuperación de la población de gorilas de montaña en el Parque Nacional de Virunga. El documental es un recordatorio vívido de la riqueza de la vida silvestre africana y la urgente necesidad de esfuerzos de conservación para preservar la biodiversidad de nuestro planeta.
Cuando pensamos que los conocemos, los perros vuelven a sorprendernos. ¿Qué superpoder sensorial han ocultado los perros durante todo este tiempo? Resulta que tienen un sensor térmico en la punta del hocico. En el mundo salvaje, un perro puede usar sus termorreceptores para detectar el calor de una presa y cazarla, aunque sus otros sentidos no funcionen bien. Esto también explica ese don insólito para apropiarse de asientos calentitos.