En el quinto episodio de la serie, disfrutaremos vistas a ojo de pájaro de dos continentes. Con gansos que atraviesan el Himalaya, palomas visitando un templo en la India consagrado a las ratas, cacatúas que se reúnen a miles en la montaña mágica de Ayers Rock, golondrinas que visitan la Gran Muralla, grullas danzando en campos nevados del Japón, y otros muchas aves en lugares y situaciones únicas.

El arranque de este viaje para Ewan, Charley y su equipo se realiza en Ushuaia, ubicada en el extremo sur de Sudamérica. Las condiciones climatológicas sin duda no son las más adecuadas debido a la presencia de nieve y las bajas temperaturas, surgiendo diversos problemas que tendrán que ir resolviendo. Pero el principal obstáculo es la recarga y la poca autonomía de sus motos eléctricas y sus todo terreno eléctricos en unos lugares tan remotos. El frío además acorta el recorrido antes de la siguiente carga.

El episodio 3 continúa mostrando los obstáculos que suponen cargar motos eléctricas en sitios remotos, pero Ewan McGregor y Charley Boorman comienzan a aprender como solucionar los problemas. El riesgo que suponen las bajas temperaturas es alto, y el dúo pasan momentos muy duros. Afortunadamente, el escenario es absolutamente deslumbrante. Dirigiéndose a la Patagonia, Ewan y Charley se alojan en un campamento ecológico con personas que viven sin conexión eléctrica en una de las áreas más apartadas del mundo.

El mundo imaginado Eden orbita no una estrella, sino dos. La luz de sus estrellas gemelas potencia la fotosíntesis, bombeando más oxígeno en su atmósfera que en la Tierra, permitiendo prospera a la vida. Los herbívoros están en constante alerta porque el bosque es el hogar de predadores perfectamente evolucionados para vivir entre los árboles. En el tercer episodio se tratará también el papel que podrían desempeñar los hongos en los exoplanetas. El ecologista Thomas Crowther nos habla del papel que las redes de micelio juegan en el bosque de Rothiemurchus en Escocia.

En una carretera polvorienta entre la ciudad más aislada de Australia y su yacimiento de oro más grande se encuentra Coolgardie, donde la llegada cada tres meses de un nuevo par de extranjeras para trabajar en el único bar de la ciudad es un evento muy anhelado. Recién bajadas del avión y atraídas por la promesa de una auténtica experiencia en el interior del país, las finlandesas Lina y Steph se encuentran en camino a un punto en el mapa: para servir cervezas, recuperar los gastos por el viaje, y vivir entre los habitantes del lugar. Pero sus vacaciones de trabajo se complican hasta el punto de convertirse en un bautismo de fuego.
Arengadas por su nuevo jefe, perseguidas implacablemente por clientes ebrios y presas de la locura y el malestar de un ambiente tan claustrofóbico como aislado, las chicas pronto se dan cuenta de que para cumplir con las expectativas, tendrán que hacer algo más que servir pintas.