Veremos como los mapas tomaron una nueva forma, no como herramientas geográficas sino del humor o sátira. Con la imprenta moderna además se conseguían grandes tiradas. Por ejemplo Fred Rose creó su Mapa Cómico de Europa en Guerra de 1877, con criaturas y figuras humanas para representar cada nación europea, con Rusia como un pulpo extendiendo sus tentáculos sobre las naciones vecinas, simbolizando la amenaza expansionista para sus vecinos.
En la tierra del Oso Cavernario, Alice Roberts se aventura en el hemisferio norte batido por el frío, Europa y Siberia. En las montañas de Transilvania, una cueva revela la evidencia de una lucha descomunal entre dos gigantes, un oso cavernario y un león de las cavernas. Para los rinocerontes lanudos y los mamuts, la Edad del hielo creó una habitat incomparable, proveyendoles de comida durante todo el año.
1916. La guerra está rabiosa en Europa desde las trincheras en Francia a los Alpes italianos y los Balcanes, y más allá de las puertas del frente oriental. El conflicto tiene una naturaleza industrial, y millones de bombas llueven sobre los campos de batalla. En Verdún y el Somme se desarrollarán las batallas más mortífieras de este segundo año de guerra. ¿Quién puede parar esta máquina infernal?
Con un poco de imaginación, ¿podrían unos pocos terroristas sabotear una nación poderosa? ¿Quizás incluso doblegar nuestra moderna civilización? La estabilidad de Norteamérica, Europa, China o cualquier potencia global depende de la comunicación digital de alta velocidad. El aumento de la dependencia en los equipos digitales y la interactividad global nos puede estar poniendo en grave peligro. Los científicos de todo el mundo se enfrentan a nuevas amenazas como los troyanos, la adicción destructiva a internet y los biochips malintencionados. Pero ¿Y si la amenaza definitiva es la tecnología en sí misma? ¿Puede ser el final de las superpotencias la toma de consciencia de la propia internet?