Jennifer Griffith y Sarah Carver trabajaban para la Administración de Incapacidades y se dieron cuenta de toda esta corrupción de primera mano. Escribieron a la Administración de la Seguridad Social, escribieron a los abogados, escribieron al presidente de los Estados Unidos. Pero sus quejas no tuvieron eco hasta que se publicó el artículo del Wall Street Journal. Entonces, con la atención nacional puesta en Conn, el Senado, el FBI y la SS (que había estado permitiendo el fraude todo el tiempo) finalmente intervinieron. En este cuarto episodio final, Eric Conn hace que el gobierno busque una aguja en un pajar para incriminarle. Los efectos colaterales del fraude le pasan factura a una comunidad de Kentucky, ya de por sí en apuros.
Esta serie cuenta las historias de gente atrapada en la oscura y retorcida red de la desinformación y los engaños digitales. Sobrecogedora, muy original y extremadamente actual, analiza las consecuencias de la manipulación de la policía, muestra el escalofriante mundo de los supremacistas blancos, acompaña a los federales que persiguen al sospechoso de un audaz crimen contra Hacienda e investiga un asesinato en el contexto de las intromisiones rusas en las elecciones de Estados Unidos. Este primer episodio explora cómo un jugador online hace varias llamadas falsas al 112 para que equipos de policía de élite irrumpan en hogares de personas inocentes, y sus bromas terminan en una tragedia.
En este segundo episodio, una mujer confiesa que se convirtió en Internet en portavoz del discurso de odio de uno de los tantos grupos de nacionalistas blancos que pululan en Estados Unidos. Y el hecho terminó violencia racista y muerte durante un evento. 'Tuve que empezar a darme cuenta de lo que estaba apoyando. ¿Era la víctima o era también una villana?', dice Samantha mirando a cámara. De la mano del racismo, el verdadero crimen digital no parece tener respiro, y por eso se mostrará cómo funcionan esos supremacistas con buena conexión Wi-Fi.
En el quinto episodio veremos desde fraudes con bebés de peluche falsos hasta el delito fiscal. Una persona se plantea si podría hacer ingresos de dinero a nombre de personas muertas. Resulta que si se puede. También veremos un intento de fraude de dos piratas informáticos al IRS: el organismo federal de Estados Unidos encargado de la recaudación fiscal. Estos hábiles hackers analizan los esquemas cibernéticos y terminan en el punto de mira de las autoridades.
En este sexto y final episodio, el FBI intensifica la búsqueda de un hacker escurridizo que pronto le da un giro a la situación al cuestionar la legalidad de una herramienta clave en la investigación. También descubriremos cómo un hombre es vigilado por el gobierno por una supuesta interferencia electoral rusa. ¿Es el responsable, o sólo un chivo expiatorio de gente más poderosa? Habrá que llegar hasta el final para saberlo.
En este cuarto episodio final, Eric Conn hace que el gobierno busque una aguja en un pajar para incriminarle. Los efectos colaterales del fraude le pasan factura a una comunidad de Kentucky, ya de por sí en apuros.