El periodo entre los años 1825 al 1918 fueron sangrientos y traumáticos, un periodo en que cuatro zares intentaron y fracasaron en tratar con la presión para conseguir reformas constitucionales. En 1861, millones de siervos fueron liberados por Alexander II. Pero Alexander pagó el precio de abrir la caja de Pandora de las reformas con su vida a manos de los revolucionarios. A estos sucesos le siguieron la represión y la guerra. El último zar, Nicolas II, tenía una creencia fatalista en el poder de Dios y una confianza total en un místico, Rasputín, que le llevaron a la inacción. Lucy Worsley detalla los sucesos que acaecieron con la Revolución, la guerra civil y el estremecedor asesinato de Nicolás II y su familia en 1918, y se pregunta si todo este horror pudo haber sido evitado.