Reese Witherspoon presenta esta serie de naturaleza que explora las fabulosas hembras del reino animal. Desde las hormigas a las hienas, estas damas reclaman a los focos en su reino y se sitúan en lo alto de la jerarquía social, ganándoles el título de 'Reinas Feroces'. En el primer episodio, Reese nos lleva junto a dos hembras guepardo adolescentes, que maduran en la naturaleza y aprenden como colaborar juntas para sobrevivir.

El clima controla la distribución del agua dulce en la Tierra. David Attenborough nos muestra como esta desigual distribución ha dado origen a una increíble diversidad de especies y hábitats, desde el ardiente desierto a la húmedas selvas tropicales. Veremos como una colonia de hormigas forma una balsa cada vez que hay una inundación en el Amazonas, una rana que se las arregla para prosperar en unos de los lugares más secos de la Tierra y los últimos camellos salvajes, que sobreviven a los duros inviernos del desierto de Gobi comiendo la nieve traída por los temporales siberianos.

Hay una reina feroz diminuta, apenas más grande que un grano de arroz. Te presentamos el mundo fascinante y a veces brutal de las hormigas mieleras, en lucha por la supervivencia y el poder, al servicio de una líder intrépida, la hormiga reina. Su historia lo tiene todo: ambición, asesinatos y un gran ejército de guerreras destruyendo todo a su paso.

Puede que nos consideremos inteligentes, pero seguimos descubriendo que los animales tienen innumerables habilidades, igual de impresionantes. En un mundo lleno de enemigos inesperados, la competición es el motor último de la evolución. Es el secreto de la increíble diversidad de la vida en la Tierra y de los poderes animales más extraordinarios.

Para muchos animales, el instinto de migrar es incontenible, a pesar de los peligros. Pero, por cada viaje que termina en tragedia, millones y millones logran llegar a su destino. Estos viajes les permiten vivir en mejores condiciones y tener nuevas oportunidades. Sin embargo, hemos cambiado el planeta... cortando rutas ancestrales y causando un gran impacto incluso en los lugares más remotos del mundo.
Pero hay esperanza. Sabemos más de estos viajes que nunca. Y, con nuestra ayuda, muchos animales están superando los desafíos de nuestro mundo moderno. Para tener un planeta sano y conectado, debemos preservar la libertad de movimiento. Si lo hacemos, los viajes vitales de todos y cada uno de los animales continuarán durante años.